“El tatuaje juega con tus emociones”, dice Natalia Quenan, tatuadora cordobesa que vive y trabaja en Posadas, Misiones. En línea con esa afirmación, cuando repasa los detalles de su trayectoria -desde la ansiedad de sus comienzos, el apoyo incondicional de colegas para animarse a crecer, o la aventura de desarrollar un estilo propio y buscar nuevos destinos-, el factor emocional se destaca en cada una de esas etapas.

Como no podía ser de otra manera, la carga sentimental también se traslada a sus trabajos. La mayoría se inscribe en el Blackwork, estilo que en el que implementa distintas técnicas, con dedicación y foco en los diseños geométricos, además de puntillismo y mucho negro. “Es un estilo que te lleva a tener una apertura diferente en cuanto proporciones, contrastes y texturas. Es lo que me llamó la atención cuando lo vi por primera vez”.
Como en toda búsqueda, no alcanzó la dimensión donde aloja los resultados de su creatividad de un día para el otro. “Me llevó unos años encontrar mi estilo. Solía ver trabajos de Thomas Hooper, Tomas Tomas o Pierluigi Deliperi. Ellos fueron grandes referentes cuando ingresé al mundo del Blackwork”.
La naturaleza llama
Más allá de la experiencia en creaciones geométricas, sus tattoos más recientes y frecuentes la llevan por caminos que hasta ahora no había recorrido, con los desafíos que toda nueva aventura implica. “Me estoy dedicando más a tatuajes de línea fina, botánicos y de animales. La naturaleza me inspira. Creo que una vez pulido un estilo, se puede salir de la zona de confort e ir probando cosas nuevas. El tatuaje es un constante aprendizaje, como la vida”.



Esa actitud exploradora e incorformista acompaña a Natalia desde sus primeros contactos con el Blackwork. “No es un estilo fácil, ni para impacientes o ansiosos. Me gustan los retos y en mi caso fue un proceso arduo y extenso, con frustraciones que me hicieron querer aún mas adentrarme en ese mundo”.
El esfuerzo inicial que demandó la adaptación hoy rinde sus frutos. Cuando empezó a desarrollar ese estilo “ni siquiera existía la categoría de Blackwork en las convenciones, pero hoy mucha gente lo elige para sus tattoos”.


Transformaciones
El crecimiento del Blackwork y la preferencia de las personas por ese estilo es evidente. Pero Natalia no pierde el foco: “El tatuaje es un cambio no sólo estético, sino interno para la persona que lo lleva”.
Por este motivo, destaca la comunicación y el vínculo de confianza con sus clientes al momento de definir el diseño y la realización del tattoo. Así transmite los valores ancestrales del estilo e incluso se asoma a variantes específicas como la Geometría Sagrada, que “destaca la relación entre energía, forma y función que plantea toda forma geométrica. Me gusta porque condensa ciencia y misterio por igual. Y, por supuesto, puede ser trasladada a un tattoo”.
Pero la instancia más emblemática del poder transformador del tattoo que vivió fue cuando en 2019 hizo tatuajes solidarios para personas que se habían realizado una mastectomía como parte del tratamiento del cáncer de mama.



A partir de una convocatoria del Instituto Misionero del Cáncer (IMC), del Hospital Madariaga de Posadas, tatuó pacientes que querían un tattoo para tapar las cicatrices postratamiento. “Lo más gratificante de tatuar es ver la sonrisa de la persona recién tatuada cuando se mira en el espejo. Y en estos casos eso se multiplicó. Por eso siempre digo que el tatuaje cura el alma y la transforma”.
Espíritu nómade
El proceso de transformación y evolución también aplica a su carrera, que comenzó cuando “no había muchas mujeres que se dedicaran a tatuar, lo cual también me marcó y me dio fuerza para no aflojar”. Así llegó a Amilkar Tattoo, el estudio en el que se sintió “como en casa”, y donde pudo desarrollar su objetivo de dedicarse solo a tatuar y seguir aprendiendo. Su status actual la encuentra tatuando en Posadas desde 2016. “Me mudé con mi pareja, Héctor Roa, también tatuador, pero de estilo Japonés. Aquí compartimos un hermoso estudio privado”.
El espíritu nómade del tattoo moviliza las decisiones de Natalia. No solo en cuanto a los lugares que elige para vivir y trabajar, sino también en lo que respecta a sus búsquedas creativas e inquietudes profesionales. La transformación y el crecimiento permanentes están asegurados.
Sos la mejor del mundo mundial!!!
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