Homeless Tattoo Club organizó dos jornadas de capacitación a cargo de David Jorquera, reconocido por creaciones que representan mundos y escenas de profunda oscuridad. Participaron 40 tatuadores con distintos perfiles y trayectorias.
Durante la primera parte del encuentro, David repasó imágenes de tattoos creados por él en distintos momentos de su carrera. Al mismo tiempo, los asistentes realizaban preguntas a partir de lo que veían.
Las consultas cubrieron temas como técnicas, investigación, materiales, inspiraciones y lecciones aprendidas. David fue respondiendo con especificaciones y reflexiones que se resumen a continuación:
- Busco la simpleza en el tattoo.
- Hay que invertir tiempo en distintas técnicas. La paciencia te va formando como artista.
- El fondo de un tatuaje no es un relleno. Hace la diferencia porque conecta las ideas y los elementos.
- Había dejado de pintar. Cuando retomé, las pinturas parecían diseñadas para tatuajes. Me costaba separar las cosas. Me llevó un tiempo volver a adaptarme.
- En cada disciplina (tattoo, dibujo o pintura), trabajo las mismas temáticas. Sólo cambia el código.
- Dibujar y pintar te dan fluidez porque la mano se mueve constantemente. Eso repercute en la manera de pensar los trabajos.
- El tattoo es un error constante. Ir por el camino del error puede ser muy atractivo, pero hay que saber dónde y cuándo parar.
- Hay que buscar y mirar para encontrar una estructura. Repetir el error hasta que deje de serlo.
- Al tatuar, una frustración puede llevar a cosas nuevas que no estaban previstas en el diseño original.
- Para pensar bien la composición se puede observar a quienes hacen estilo oriental, biomecánico o incluso tribal.
- Tenemos que recorrer las ciudades que habitamos. En el paisaje urbano hay elementos que nos pueden ayudar a resolver ideas.
Otro punto saliente del seminario fue cuando David destacó la importancia de la comunicación entre tatuadores. “Compartir es clave. Mostrar, enseñar, transmitir la experiencia que acumulamos con los años de trabajo y los viajes”.
David es chileno y actualmente tatúa en el estudio de Víctor Portugal, en Cracovia, Polonia. Como está acostumbrado a trabajar en distintas ciudades del mundo, hace hincapié en las experiencias que se viven en cada lugar.
“Cracovia es una ciudad con infinitas fuentes de información. Historia, cultura, arte… todo es enriquecedor y me nutre constantemente. Como las pinturas de Zdzisław Beksiński, que puedo ver en el museo”.
Pero David no sólo se inspira en viajes y visitas. Su carrera profesional también se alimenta de las relaciones que establece con sus colegas. “Siempre trabajé con gente que admiré, como actualmente Víctor. En ese sentido soy afortunado. La afinidad genera una transmisión de conocimiento muy importante”.
Después de realizar una demostración práctica con un tatuaje en vivo, David agradeció a los participantes por sus aportes y el intercambio de ideas.
Y en relación este tipo de experiencias, resumió: “Todos tenemos mucha información, de gran utilidad para nosotros y para los demás. En mi caso, el ejercicio de compartirla me ayuda a explorarla, sacar conclusiones y exponerla a través de mi mirada”.