A simple vista, Del Faro Store es un estudio de tatuajes que representa su identidad con una estética prolija. Esta imagen se complementa con una amplia oferta de indumentaria correctamente exhibida en pleno centro de Quilmes.
Hasta aquí, elementos habitualmente reconocibles en un local comercial dedicado al tattoo. Sin embargo, en el primer contacto con los integrantes del equipo que allí trabaja se percibe que Del Faro tiene mucho más que tatuajes y ropa para ofrecer. El ambiente indica que es un lugar con motivos para pasar un momento agradable.
Buena onda, predisposición al escuchar y voluntad enfocada en crear las mejores opciones para cada tattoo, dan forma a una calidad de servicio que los clientes valoran. “Trabajamos mucho en la comunicación con el cliente”, asegura Pol Paz, creador de Del Faro Store.
“A cada persona que se viene a tatuar le ofrecemos algo único. Por eso le proponemos que conozcan a nuestros artistas y sus estilos. Es el primer paso para crear una pieza que marque una diferencia y a su vez refleje la idea que nos trae”.
Cuando Pol destaca el contacto entre los clientes y los artistas que trabajan en Del Faro Store, no sólo se refiere a las capacidades técnicas y profesionales de cada uno. El vínculo que van estableciendo en cada consulta o sesión también es parte del ambiente estimulante que se vive en el local.
Comunidad de amigos
Conocer a los integrantes del equipo revela que ese sentimiento es parte de la comunidad creativa que conforman en Del Faro. Cada uno tiene su perfil, un estilo y una forma de encarar el trabajo. Y empezaron como colegas que compartían un ámbito laboral. Pero hoy los une un sentido de pertenencia que excede la dimensión profesional.
Para Enzo (más conocido como Spoken), “la convivencia te ayuda a cambiar la cabeza. A mí me enseñó a tener paciencia, viendo cómo encarar los trabajos con calma. Eso te ayuda a crecer”.
Matías Gómez asegura que “la clave pasa por la libertad que se vive en Del Faro, ya que cada uno aporta lo suyo. En una oficina eso no lo hacés. Este es un ámbito ideal para trabajar así”.
Alan Bukovac define al grupo directamente “como una familia. Cuando empecé, a Maty y Enzo los tenía como referentes. Por eso tener la chance de tatuar acá, con ellos, es muy lindo. Nos damos una mano entre todos”.
El toque femenino del equipo lo aporta Pamela Cimaglia, quien destaca “la colaboración que existe entre todos. Al ser un grupo de perfiles variados, el intercambio de técnicas y estilos es muy enriquecedor”.
Pol Paz concluye que “es muy gratificante que se haya generado una relación de amistad entre los chicos”. Y en su caso, más allá de ser el responsable del estudio, asume “una figura de padre, porque centralizo cosas del trabajo, del día a día, pero principalmente porque soy el más viejo, je”.
Perfiles
Enzo tatúa hace siete años bajo el nombre artístico de Spoken y trabaja en Del Faro hace dos. Se especializa en Realismo Black and Grey. “Es lo que más me gusta, pero hoy estoy en un proceso de colores que me lleva al Neotradicional. Ese estilo te da mucho margen de creatividad”.
Matías Gómez se dedica al tattoo hace ocho años y llegó a Del Faro hace dos y medio. Sus especialidades son Tradicional Americano y Japonés. “La tele genera una sobrecarga de información que hace que los clientes traigan ideas comerciales o pregunten por lo qué está de moda. Por eso trato de llevarlos hacia estilos reales, contándoles la historia de cada uno, por qué se trabaja de esa manera, las reglas, etc”.
Alan, con 20 años, atraviesa una etapa en la que aborda varios estilos, principalmente Dotwork, Blackwork, Puntillismo y Blackout. Y también algo de Neotradicional. “Estoy probando hasta definir el camino que me identifique”. Y hace hincapié en la importancia de generar un vínculo de confianza con el cliente, “para que no sólo se vaya contento con el tatuaje, sino que también viva una linda experiencia”.
La historia de Pamela con el tattoo arrancó cuando tenía 16 años, y se convirtió en profesional a los 24. “Al principio hacía Oriental, pero me di cuenta de que no era lo mío. Lo que realmente me gusta es el Tradicional Americano”. Además del intercambio cotidiano con sus compañeros, participa de diversas actividades de capacitación: “Me gusta asistir a seminarios de tatuadores que comparten su experiencia y su conocimiento más allá de las técnicas habituales”.
Este mes, Del Faro Store cumple cuatro años de vida. El crecimiento comercial y artístico del local es motivo suficiente para festejar. Pero seguramente sus integrantes celebrarán el aniversario como una gran familia.