El corazón de Vitoria-Gasteiz, ciudad ubicada en el sur del País Vasco, late en la tradicional calle Cuchillería. La vida cotidiana de los vitorianos se escribe en los innumerables bares que la recorren de principio a fin, y como suelen tener más personas tomando cerveza en el exterior que en las mesas de sus salones, al recorrer esa calle se puede leer el estado de ánimo de la ciudad.

Pero entre tanta terraza -así se denomina la oferta de mesas fuera de los bares-, y alguna verdulería o tabaquería, asoma una fachada atípica: un estudio de tatuajes con referencias al tattoo Tradicional y Old School en pleno centro histórico de la ciudad.
Se trata de Hamahiru 13 Ink, creación de Isi Gartzia, que ya es una referencia del tattoo en el País Vasco. Además, a pesar de la singularidad del rubro, es tan local como los bares que lo rodean. Y también aporta lo suyo al humor cotidiano de la comunidad vitoriana.
Diferenciarse a través del cambio
“Hamahiru significa 13 en euskera”, explica Isi. “Ese número representa cambios en la vida. Y al definir el nombre del estudio quise hacer ese guiño porque cada tatuaje, cada persona que se tatúa, para mí significa un cambio”.



A partir del perfil creativo de Isi y los artistas que lo integran, Hamahiru se posiciona como un estudio de tatuajes que ofrece trabajos diferenciales. “Cuando abrimos, el concepto era hacer todas cosas exclusivas”, explica su fundador. “En esa época se usaba mucho el tattoo flash, copiar un Bart Simpson, y cosas así. Y eso no nos gustaba”, completa.
“Por eso nuestra propuesta siempre fue diseñar y hacer tatuajes que nos entusiasmaran. Quizás el proceso sea más largo, pero sin dudas es mucho más gratificante para nosotros. Y además representa algo más valioso para el cliente, porque se lleva una pieza única”.
Uno de los atributos que distinguen a Hamahiru es que no hacen copias. Y esa postura se convirtió en un factor de éxito. “Hay gente que viene con algo que ya está hecho y quizás lo adaptamos, pero nunca lo copiamos”.



Estilo propio
Cuando describe su estilo, Isi explica que le gusta hacer “diseños realistas con fusiones. Para que un retrato no sea simplemente eso, quizás de fondo le pongo una pagoda que se cruza con algo… Siempre con el realismo como punto de partida, pero virando hacia el surrealismo. Mezclando semitonos y abstracciones”.
Los comienzos creativos de Isi se remontan a una formación como diseñador gráfico. A principios de los 90 colaboró como ilustrador en revistas musicales. “Vengo de la aerografía, de la carbonilla, y el diseño gráfico por computadora”, explica, enumerando algunas etapas de su carrera.
Ese recorrido por distintas disciplinas y la práctica que desarrolló en cada una de ellas se manifiesta en la experiencia que configura su actualidad como tatuador con once años de carrera. “Cuando empezás, no sabés muy bien hacia qué estilo vas a ir. Al principio hacés lo que va saliendo o lo que te piden. Y una vez que sumaste millas y conocimiento, vas encontrando lo tuyo”.
Hoy aplica su estilo en cada nuevo tatuaje. Pero además de la profesionalidad en la ejecución, a Isi lo moviliza la capacidad para disfrutar de lo que hace. “Lo que más valoro es tatuar un diseño que representa algo muy importante para el cliente, pero en el que te dejan trabajar gracias a la confianza que existe. Es la mejor manera de captar el sentimiento y el significado que tiene para una persona, y plasmarlo en un tattoo”.

Acerca del uso de la tecnología hace hincapié en que “me resulta de gran ayuda. Si bien a muchos al principio no les gustaba usar el IPad para diseñar, hoy el trabajo del tatuador es multidisciplinario: hay que saber de tintas, de sombras, etc. Pero también de software de diseño y computadoras”.
Y si bien es evidente que la tecnología genera innovaciones y cambios en el mundo del tattoo, Isi reflexiona acerca de los atributos que marcarán la diferencia: “Cuando empecé a tatuar, había muchos calcadores que hacían de todo. Pero hoy muchos chicos comienzan su carrera con foco en algún estilo específico. La especialización de un estilo es lo que define el futuro. Y si además lográs crear un estilo propio, ¿qué mejor manera de destacarte?”.