Hace un tiempo, habíamos repasado la difícil situación que estaba enfrentando el tatuaje en Japón debido a una medida que exigía una licencia de medicina a quienes desearan llevar a cabo la actividad. Pero esta semana hubo buenas noticias en la justicia japonesa.
Por primera vez, la Corte Suprema nipona dictaminó que aquellas personas que tatúen sin contar con un título en medicina no están cometiendo una violación de ninguna ley profesional. Y ese accionar tampoco constituye un delito.
Esta decisión se anunció el miércoles 16, cuando se desestimó una apelación a cargo de fiscales de la función pública acerca de una demanda contra Taiki Masuda, un tatuador de 32 años que había tatuado a tres personas.
Los fiscales argumentaban que tatuar a personas podía ser considerado una acción médica, por lo cual los tatuadores estaban obligados a contar con un título en medicina para estar habilitados. Obviamente, Masuda no contaba con esa certificación porque es tatuador, no médico.
Los actos médicos fueron definidos como “acciones consideradas tratamiento médico o asistencia de la salud que podrían causar daño sanitario si no se llevan a cabo por doctores en medicina.” Y se estableció que “los tatuajes requieren habilidades artísticas diferentes a las de la medicina, por lo que no se puede dar por supuesto que sólo un doctor pueda llevar adelante el acto de tatuar”. De esta manera, se concluyó que la práctica no representa un acto médico.
Por otro lado, se mencionó la necesidad de crear una nueva ley en caso de que exista la necesidad de establecer restricciones legales para evitar riesgos durante los procedimientos relacionados con el tattoo.
Masuda fue acusado de tatuar a tres mujeres en un estudio de la ciudad de Suita, en Osaka, oeste de Japón, entre julio de 2014 y de 2015, a pesar de que no contaba con la licencia en medicina que lo habilitara.
La Corte del Distrito de Osaka lo había declarado culpable en septiembre de 2017, bajo el alegato de que existía peligro de que los tatuajes causaran problemas en la piel, y que el tattoo consiste en una actividad médica.
Finalmente, la decisión se revirtió cuando el tribunal superior de Osaka dijo que los tatuajes tienen cualidades decorativas y artísticas. Y, principalmente, que de ninguna manera persiguen fines relacionados con la medicina.
Que se mantenga la exoneración de Masuda no sólo son buenas noticias para el tatuador, sino que representa un alivio para la cultura del tattoo en Japón. De prosperar esta postura prohibitiva, la práctica legal de la actividad estaba casi condenada a desaparecer en ese país.